Esas intrigantes películas que todos vimos alguna vez

La fiel compañera de muchos hombres durante la adolescencia, a la que recurrimos cuando deseamos autocomplacernos o ampliar nuestra curiosidad respecto a ciertos fetiches en el sexo.

La pornografía nos acompaña desde hace varias décadas, primero la conocimos en forma de clásicas revistas, la probamos en cintas de videos, CDs, archivos compartidos en pendrives y luego sencillamente pasamos a tenerla a plena disposición, solo necesitamos un par de clics y eso basta para acceder a múltiples sitios Triple XXX en la internet, podríamos estar horas viendo cientos de videos con contenido adulto, porque realmente no es exagerado afirmar que la industria es colosal y evidentemente es muy fácil acceder a ella, lo que no precisamente malo, pues en estricto rigor ver un video porno de vez en cuando no te hace ningún voyerista, pero ¿qué pasa cuando esto se torna repetitivo?

¿Puede esto impactar sobre nuestra forma de apreciar el sexo?

La verdad es que sí. En exceso nada es bueno, y la pornografía es una industria engañosa que no debería influenciar tus expectativas relacionadas al sexo, en ella se utilizan varios recursos para engañar al espectador, como gemidos exagerados, miembros de gran tamaño que el hombre promedio no suele tener, erecciones que duran largos minutos y una serie de detalles que son maquillados con cortes y ediciones de post producción.

No todo lo que brilla es oro

Muchas escort en Chile han comentado que sus clientes les solicitan fingir situaciones en las que simulan escenas similares a las vistas en películas pornográficas, incluso les han ofrecido grabar las relaciones sexuales por las cuales están pagando, muchos de ellos sin ser realmente conscientes de que la escort es una trabajadora sexual que busca resguardar su identidad y no una actriz de la industria porno que tiene sexo frente a una cámara en donde la ven cientos de personas. De hecho las escort vip más exclusivas del país han declarado sentirse incómodas respecto a las irreales expectativas que producen estas películas en sus clientes, pues llega un punto en donde estas personas no se conforman únicamente con los servicios clásicos que puede brindar una dama de compañía en Chile, algunos piden servicios que sobrepasan la barrera de lo aceptable, dejando en evidencia que ya no pueden alcanzar el placer sin estar inmersos en aquel mundo extremo, en donde el sexo es apreciado como un simple bien de consumo más que algo relacionado a la intimidad o al placer. Es cierto que las escort también lucran con el sexo, pero ellas realmente tienen contacto físico con el cliente, prestan sus servicios en forma presencial, llevando el sexo a un nivel profesional y se esfuerzan por complacer a quienes las contratan, pues cumplen las fantasías de sus consumidores bajo parámetros de respeto y consentimiento, algo que no es demasiado abundante en las películas del mercado pornográfico.

En su justa medida = disfrute asegurado

El porno no es necesariamente malo si su consumo es esporádico, pero si comienzas a verlo todos los días y no puedes evitar hacerlo, entonces deberías comenzar a preocuparte.

Además, es mucho mejor follar con una madura de curvas apetecibles en forma presencial, que ver una milf siendo penetrada por tres hombres musculosos, ¿verdad?

Evita estas adicciones recurriendo a los servicios de mujeres reales, en LindaEscort contamos con las tetonas más bellas del mercado, también gozamos de un amplio catálogo de escort trans que brindan el mejor sexo anal de Santiago. Y lo más importante: nuestras chicas te harán gemir de placer sin que existan manipulaciones y cortes de edición.