Aquí te contamos cómo darle un nuevo sabor innovando con diferentes posturas
Cuando el sexo se vuelve parte de la rutina
No es ninguna sorpresa saber que un gran número de parejas sostienen relaciones sexuales por necesidad física y simple instinto, lo que convierte esta entretenida actividad en algo rutinario, urgente y sin gracia. Las ganas de innovar desaparecen y el acto sexual se convierte en el corriente misionero de toda la vida, con un amante arriba, y el otro abajo, ambos como en una carrera hacia el orgasmo, pero sin disfrutar del acto en sí mismo.
Quizás eres de esas personas que prefieren pedir cosas nuevas a su Escort favorita, pero ojo, que encontrarse en una relación estable no implica que todo sea siempre igual.
La vida no es exactamente como en las películas
No es que hacerlo de forma cómoda sea malo, para nada. Pero reducir el sexo a un mero acto reproductivo, o de la cotidianeidad, tiene el efecto de hacerte olvidar que una vida sexual sana y bien cuidada equilibra momentos de improvisación con actos de placer recurrente, eso sin contar lo importante que es evitar consecuencias negativas con nuestros amantes de turno, parejas, incluso nuestro propio organismo. El sexo debe ser una actividad que genere anticipación, ansias de practicarlo, y si has dejado de sentir esa «cosquillita rica» en el cuerpo, es momento de hacer un alto y analizar tus últimos encuentros.
Tacto y vista: elementos claves en el inicio de la excitación
Por lo general, los hombres suelen ser criaturas mucho más visuales que las mujeres. Es decir, su estimulación a través de la vista puede llegar a ser tan excitante como la obtenida por medio del tacto; les resulta extremadamente placentero contemplar el cuerpo de su pareja, los gestos que realizan, sonidos, o cómo se brindan placer. Asimismo, también hay hombres que afirman que consiguen incrementar su goce y alcanzar el clímax en posiciones que dejen en evidencia tanto su control como su fuerza en la penetración.
Atrévete a romper tus esquemas
Por otro lado, nos encontramos con hombres que están en el lado opuesto, sintiéndose fuertemente atraídos cuando son ellas quienes marcan el ritmo. Un buen ejemplo es una posición sexual denominada «La vaquera», en la cual el varón se tumba de espaldas y la mujer se sienta sobre su miembro. Ella lleva la voz cantante en la coordinación de movimientos, exhibiendo un lujurioso primer plano de su cintura, abdomen y senos, con los cuales puede juguetear para incrementar un peldaño más la excitación del observador.
¿Quieres conocer más posturas? ¡Tus deseos son órdenes!
«Sometido»
La mujer, dirigiendo la coordinación de movimientos, brindará un plano visual diferente: con el hombre tumbado boca arriba, ella se posicionará encima suyo dándole la espalda. Esta posición tiene la gran ventaja de que ambos quedan con las manos libres, gracias a lo cual podrán usarlas para estimular otras zonas. Erótico, ¿no?
«Pies sobre los hombros»
Uno de esos clásicos que nunca pasarán de moda. Muchos hombres prefieren esta posición porque les permite reflejar autoridad y potencia al momento de penetrar a su amante, además de observar todos sus gestos y reacciones.
Para ponerla en práctica, la mujer se acostará boca arriba y pondrá sus piernas sobre los hombros del varón, aquello permitirá que ambos logren una profundidad deliciosamente efectiva.
«Dragón»
En esta postura el hombre se siente poderoso y dueño absoluto del momento. Con su pareja tumbada boca abajo, y utilizando una almohada de apoyo para la zona del pubis, la mujer consigue alzar los glúteos y rozarlos satisfactoriamente contra los testículos del hombre, quien guiará las embestidas teniendo total predominio desde atrás.
La conocida e infaltable «69»
Pese a ser una postura realmente popular, muy comentada entre la gente, no todos se atreven a probarla y pensamos que merece una mención honorifica. Es una de las posiciones más intensas, pues en ella podrás tener un primer plano de los genitales de tu pareja, practicar sexo oral en forma cómoda y, al mismo tiempo, recibirlo tú también.
Para llevarla a cabo solamente deben tumbarse uno sobre el otro, o de lado, de tal modo que sus rostros queden en contacto con los genitales de su pareja. Y, bueno… el resto es fácil de intuir, ¿no?
Y hay muchas más por explorar.
El listado es largo, pero quisimos destacar en esta oportunidad aquellas posturas más populares entre el género masculino. Lo más importante es que no te cierres a la posibilidad de experimentar; mientras ambos estén cómodos y seguros, ¡todo es permitido! Por lo que si te has sentido ahogado con tu actual vida sexual, como si hubieras caído en una espiral rutinaria, probablemente experimentar con alguna de las posturas que mencionamos —u otras que se ajusten a tus fantasías— tenga un efecto refrescante, positivo y estimulante en tu sexualidad.
¿Te gustaría probar?
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¡Anímate a probar!
