Que divino es tener una amplia y variedad de recuerdos de sexo al hablar de complacencias íntimas, de adultos aventureros y de extralimites de la lujuria y la pasión.

Hoy les contaré de una experiencia demasiado orgásmica que tuve cuando uno de mis clientes VIP de toda la vida, me contrató para pasar un fin de semana completica con el, atendiéndolo exclusivamente en su casa de vacaciones, donde también lo aguardaban dos amigotes íntimos. Yo super contenta porque la paga fue bien jugosa para mi cuenta bancaria, y por demás muy rica por las variada gastronomía que degustamos ese fin de semana entre las sesiones de sexos y erotismo puro que nos dimos. Igualmente nos tomamos varias botellas de vino tinto y blanco

Entonces, nos pusimos de acuerdo y yo fui su sirvienta erótica. Allí estuve bien maquillada, con tacones altos, cabello recogido y delantal transparente, en donde me exhibía sexualmente a sus invitados, convirtiéndome a su vez en el plato fuerte de esa noche que se extendió por dos días. 48 horas que jamás olvidaran mis varoniles machos porque quedaron

Mi nombre es Miriam, venezolana, de Maracaibo, una de las ciudades más calientes no solo por su topografía sino por el poder que tenemos las escort de esta región petrolera para calentar y excitar a los hombres con una sola mirada. Soy una morena de 44 años, de cuerpo voluptuoso, ricos muslos, tetas grandes, culo enorme y una vulva de grandes labios vaginales.

Mi contratante fue Don Elienay, un hombre contemporáneo a mi edad de unos 45 años, muy simpático, velludo como un osito, de músculos flexibles, labios carnosos, tetillas pronunciadas, buenas piernas y tremendo miembro entre las piernas, pero algo doblado a la izquierda.

En la recepción de la velada, yo los atendí con besitos de piquito y caricias a cada uno de ellos, para ir seduciéndolos y preparándolos para lo que sería posteriormente nuestra extrema orgía.

Desde la llegada de sus amigos, el flaco Miguel de unos 20 años y el atlético Said de 36 años, comenzaron a echarme ojo, bucearme con intenciones de comerme toda y mientras transcurría la conversa y los brindis, yo les metía mano, tocaba sus paquetes y esos hombres me besaban, nalgueaban, chupaban mis tetas y me daban de beber.

Para entrar en acción sexual, les hice un baile muy erótico en donde vieron mi concha rasuradita y mi culo bien abierto, así empecé a masturbarme para ellos, quienes dejaron todo para brincarme los tres encima mío y darme sin contemplaciones la cogida del año.

Ya venían desvistiéndose con sus picos bien erectos y se los mamé a los tres al mismo tiempo. Luego, mientras uno me lo clavaba por la cola, otro me mamaba y se comía mi concha y el otro me cogía por la boca. De repente paraban y se rotaban de posiciones, esa fue la dinámica por varias horas, pasándome por diferentes poses del multifacético kamasutra, unas veces arriba, otras debajo, de lado, en cuatro patas en posición del perrito, siempre los tres devorándome por todas partes, no quedó un agujero que no supiera de la fuerza de los embates de sus miembros erectos . Inolvidable fue ese fin de emana por los sabrosos momentos de placer que viví, gracias a estos  gruesos y explosivos penes dentro de mi, y porque que al final recibí sus ricas y espesas acabadas simultaneas en mi concha, culo y cara.

Akiles

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