Porque sí: es un trabajo como cualquier otro
Hace varias décadas los trabajadores comenzaron a ser protegidos por leyes que controlan el poder que pueden llegar a ejercer las jefaturas. Antes, por ejemplo, era usual que no se respetase el horario laboral de una persona. Incluso las horas extras no eran algo que se considerase como tal, pues en caso de que la jornada se extendiese más de lo habitual, sencillamente se obligaba a los asalariados a cumplir con sus deberes y a recibir el mismo monto que habían acordado desde el inicio, claro… si es que existía algún tipo de contrato, porque en la mayoría de los casos no había ningún documento que formalizase el vínculo, por lo que las condiciones laborales estaban marcadas por injusticia y muchísima explotación.
Hoy en día el panorama es diferente para la mayor parte de la población, sin embargo, aún existen algunos oficios que carecen del respaldo legal y los abusadores sacan provecho de aquello. Un claro ejemplo de esta situación es lo que viven las trabajadoras sexuales como las escort certificadas, o las prostitutas que se desempeñan en las calles sin ninguna protección.
Había mucha inseguridad
Es cierto que a lo largo de la historia las prostitutas han sido victimas de múltiples abusos, el simple hecho de lucrar con servicios sexuales pareciera facultar a otros para humillarlas o someterlas a distintos tipos de abusos, y aunque en la actualidad no reciben un mejor trato, las escorts en Santiago (quienes ostentan el título de ser prostitutas de lujo) suelen ser tratadas con menos desprecio y más dignidad, esto principalmente por sus exuberantes atributos físicos, por su forma de desenvolverse al sostener una charla o incluso por su estatus social (algunas son estudiantes universitarias, que ejercen la prostitución para financiar sus carreras), no son mujeres que carezcan de habilidades sociales y por eso sus servicios gozan de alto prestigio. Sin embargo, no están exentas de ser violentadas y explotadas, sobre todo si han ingresado al rubro de la mano de otra persona que se encargue de conseguirle clientes y someterlas a extensas jornadas de trabajo.
¡No debe ser tu caso!
Lo anterior se conoce como proxenetismo y es un delito que ninguna escort en Las Condes o ninguna parte debe dejar pasar. Prestar servicios de compañía íntima es un trabajo y es completamente legal, siempre y cuando no exista beneficio económico por parte de un tercero en virtud de los servicios ejercidos por la dama de compañía en cuestión.
Las trabajadoras sexuales más experimentadas del medio han dejado algunos consejos para sus colegas novatas y ponen énfasis en que no se dejen engatusar por esos trabajos en que les prometen excesivas ganancias de dinero, viajes y lujos. La invitación siempre es desconfiar de lo que se ve demasiado perfecto, muchas mujeres han caído en redes de trata de blancas o han sido víctimas del narcotráfico por no tomar precauciones al momento de elegir un cliente. Es por ello que recomiendan no dejarse pasar a llevar pese a estar recibiendo una importante suma de dinero a cambio de sexo, una cosa no tiene que ver con la otra, se está entregando un servicio y se debe recibir un estipendio económico a cambio, siempre con un trato digno bajo los limites previamente establecidos.
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