Lisa, la geisha de ricos masajes orientales

Me llamo Lisa Chang, menuda mujer de apenas 1,60 mts de estatura, figura escultural, un muy bien formado culo, más unas tetas bien redondas, finas y puntiagudas. Soy una combinación exótica de mujer oriental de ojos achinados con la belleza de Mon Laferte. Mis clientes enloquecen por mi cintura y mis hermosísimas y torneadas piernas. Soy descendiente de diplomáticos chinos y japoneses, y de abuelos chilenos. Mi vida ha sido muy placentera y divertida, gracias a que desde niña he estado viajando alrededor del mundo y conociendo diversas culturas orientales y ahora mezcladas con la latinoamericana y chilena la hacen más interesante. He sido precoz en todos los sentidos, y sobre todo en el área de la sexualidad, en el disfrute total de mi cuerpo y del descubrimiento de mi erotismo. Me estrenó sexualmente el hijo de un embajador japonés cuando apenas estaba por cumplir los 10 años

Tengo ya una kilométrica carrera como puta y geisha de alto nivel, porque gracias a mi estatus y a la buena posición social de mi familia es que he podido especializarme en técnicas de masajes sexuales orientales, franceses e hindúes. Conozco como la palma de mi mano los principales tipos de masajes que existen en el mercado, y eso me ha ayudado a ganar mucho dinero y prestigio.

Les cuento que una vez un alto ejecutivo de una trasnacional llamado Francisco solicitó mis servicios y me pregunto qué era lo mejor que podía darle en una “cena erótica”,  además deseaba saber cuáles eran mis mayores destrezas o atributos y entonces yo le ofrecí mi carta de “platillos sexuales”; dos de los mejores y más excitantes masajes que conozco. Le mostré el hermoso catálogo de fotos que tenía en la página web de LindaEscort, donde me exhibía ofreciendo ricos masajitos sensuales a mis clientes VIP de Santiago de Chile

Nuestra cita amatoria fue en un hotel de lujo de Las Condes, en una habitación en el último piso, donde había una vista espectacular de Santiago hacia el poniente  Me dispuse a crear un ambiente bien acogedor para la ocasión, donde no pueden faltar los aceites aromáticos para poder aplicarlo en todo el cuerpo, las velas de diferentes aromas y una música relajante

El plato de entrada fue un masaje hindú: el cual consistió en darle lentas y ricas  lamidas en las partes más sensible del cuerpo a mi Pancho, pero detenerme muy especialmente en su punto G. Casi se me corre el hombre, pero con una técnica de respiración que le sugerí pusiera en práctica, el logró aguantar su orgasmo.

Luego el plato fuerte y más excitante de la noche fue el masaje francés, en el cual le di el máximo placer a mi cliente con varias contracciones vaginales que le hice durante unos 15 minutos para esta vez llevarlo a un orgasmo largo y potente.

Y de esta manera terminó esta rica e inolvidable cena en mi “restaurante erótico” para este súper bello y bien dotado cliente

Otro aporte de las chicas que trabajan en LindaEscort . Encuentra tu acompañante ideal en Santiago Centro, Las Condes o Providencia.

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