Ventajas sin desventajas
¿Qué te parece gozar de los privilegios de tener una novia, sin que existan celos, visitas donde tus suegros o millones de otros problemas de por medio?
Pongámoslo en otras palabras: ¿buscas estar con novia cuando requieres momentos de afecto, pero soltero para el resto? Si es tu caso, entonces debes conocer los servicios que te puede entregar una escort capaz de darte el mismo trato que tendría una novia. ¡Porque sí! En LindaEscort tenemos damas de compañía en Santiago que pueden ofrecerte este tipo de servicios. De hecho, muchas putas de lujo en Las Condes, uno de los sectores más acomodados de la capital, han afirmado que sus clientes de mayores ingresos están dispuestos a pagar grandes sumas de dinero con tal contratar los servicios de una escort que ofrezca la «experiencia de novia».
¿Dónde me anoto para esta maravilla?
Sí, qué lindo suena, pero ¿en qué consiste exactamente? ¡Muy sencillo! Cuando contratamos los servicios de una escort sabemos que recibiremos atención de calidad; sabemos que no estamos siendo atendidos por una clásica prostituta de la calle que te dan lo que buscas, cobran su tarifa y luego se marchan. Con una escort premium el panorama es diferente, ellas ofrecen un servicio integral que va más allá del acto sexual (si el cliente así lo requiere). Las escort VIP deben ser capaces de proporcionar compañía, ejercer diversos roles y ser una completa profesional en la materia; deben tener las suficientes competencias para acompañarte a eventos sociales en donde podrán mostrar sus destrezas comunicacionales y desenvolverse en forma educada y carismática. Es cierto que, usualmente se recurre a las escort para satisfacer deseos sexuales reprimidos, pero existe un grupo importante de clientes que buscan encontrar un servicio que vaya más allá de lo instintivo; hay hombres que requieren sentirse escuchados, comprendidos, acompañados y queridos, sentimientos que no pueden suplir al contratar los servicios de una simple prostituta.
Compañía emocional que no agobia
La situación es aún peor para quienes no tienen pareja y llevan un ritmo de vida demasiado agitado para hacer que una relación afectiva funcione, y ni hablar para aquellos que no se sienten preparados para abandonar la soltería, pero que de igual modo requieren sentir ese contacto más íntimo y de confianza que solo una polola podría proporcionarles.
También están aquellos hombres que han caído en la monotonía de una relación de larga data y extrañan volver a experimentar esa emoción que perdieron al caer en la rutina con sus parejas, para algunos es realmente necesario volver a sentir mariposas en el estómago, revivir la etapa de la conquista y la magia que aquello implicaba. Dichos clientes también demandan esta clase de servicios, acostumbran contratar escort y les solicitan que se comporten como si fuesen sus novias en el principio de una relación. Esto puede implicar sostener relaciones sexuales o no, sea cual sea el requerimiento del cliente, la importancia del servicio recae en el rol que les piden cumplir.
Una experiencia que sin duda vale la pena
Las escort en Providencia, otro sector de gran demanda de putas de lujo, nos comentan que los clientes que piden vivir la experiencia de una novia, suelen solicitarles que les acaricien el cabello mientras ellos se desahogan y les comentan qué tal estuvo el día, también les piden tontear con cosquillas y forcejeos tontos e inofensivos como lo haría cualquier pareja, el punto de ello es sentirse como en casa, o al menos pretender que lo están.
Puede sonar extraño para quienes no comprenden el propósito de contratar a una desconocida para que finja sentir amor, pero no es mentira decir que, vivimos en un mundo tan exigente a nivel laboral y social que realmente es muy difícil convivir en pareja y, por ende, ese tipo de cariño se torna muy necesario de conseguir para aquellos hombres que se sienten más solos.
Por suerte en LindaEscort contamos con hermosas putas milf, morenas, rubias, culonas y tetonas, ¡mujeres de todos los tamaños, edades y rasgos! Todas podrán enloquecerte de placer con su trato de novia… ¡pero sin el agobio de algo permanente!