
Así como comienza el nuevo año, se van reactivando nuestros servicios de acompañamiento sexual para adultos para todos los gustos, tamaños y sabores. En fin para cualquier tipo de clientes sedientos de sexo, pasión y erotismo
Para darme el Feliz Año, me llamó Don Humberto, un caballero de esos clientes VIP de toda la vida, que luego de compartir en familia su navidad, quería darse el primer regalito de este 2022 complaciendo su insaciable apetito sexual.
Él es un hombre muy apuesto, catire, de unos 50 años, buen cuerpo, largos dedos, con pelitos por todas partes, hermosas piernas y un muy venoso y descapotado miembro entre sus piernas.
Para mí como chica escort, también inicié con muy buen pie este año, ya que sus servicios contratados no sólo eran en hotel sino también con salidita a la playa.
Soy Ximena, una rubia de cabellos largos y castaños, ojos grandes, cuerpo delgado y definido, unas tetas redonditas de pezones eréctiles, un ombliguito con piercing y bellas piernas que nacen en una jugosa vulva y un muy carnoso y gran colita. Muchos me dicen que me parezco a la chica de Bay Watch, con estupendas medidas de 65-95-65
Luego de compartir un brindis por el año nuevo, Humberto me llevó a un hotel a las afueras de la ciudad con vista al mar, y lo primero que hicimos fue abrir las ventanas y dejando que el sol entrara, comenzó a amarme y a poseerme con frenesí.
Me lo hizo de pie frente al balcón teniendo aquella vista tan majestuosa frente a nosotros. Me besaba por el cuello y me halaba los cabellos, mientras me penetraba fuertemente mi colita, así me fue llevando a estar en cuatro patas para seguir dándome muy duro por atrás. Yo gemía de placer y de dolor, y esto causo que despertara a los demás huéspedes de las habitaciones contiguas. Me acariciaba las tetas y a su vez me masturbaba con rapidez, así hizo que yo acabara primero y entonces las piernas se me desmayaron cayendo los dos tendidos al suelo. Rápidamente llevó su tieso y balbuceante pico a mi cara y siguió culeándome por la boca hasta que me la llenó con su espesa leche.
Nos dimos unos ricos besitos, nos pusimos el traje de baño, mi tanga y nos fuimos a la playa.
Estando allí nos sobró esa ropa y como Adán y Eva le dimos rienda suelta a esas otras fantasías al aire libre.
Me hizo el amor desenfrenadamente al pie de una palmera, también hicimos el 69 en la arena y poco a poco nos fuimos metiendo al mar para sentir el batir de las olas contra nuestros desnudos cuerpos.
Había muchos mirones que se quedaron a observarnos, y varios cabros asombrados se masturbaron al vernos y otros hasta sacaron cámaras para tomarnos fotos y grabarnos.
Dentro del mar fui su sirena de nuevo, poseída de pie por delante y por detrás, Todo fue tan rico y diferente, verdadero sexo salvaje y original. Muy apasionadamente nos llenábamos de besos, nos comíamos con nuestras bocas y lenguas recorriendo nuestras caras, cuellos, hombros y pechos. Ese hombre me chupaba las tetas como queriendo arrancármelas y así me cargaba con fuerza sobre él, para seguir penetrándome duro al ritmo de la fuerza del mar, y además el agua salada hacía que mi cuca y mi culo ardiera de placer. Su miembro cada vez estaba más duro y firme hasta que acabó dentro de mí. Así pegaditos como dos perros nos quedamos para jugar un rato bajo el sol y luego nos tendimos en la arena para seguir haciéndonos cariñitos, al estar de nuevo activos sólo nos dimos unas muy tiernas mamaditas mutuas y nos fuimos a caminar desnudos.
Entra a LINDA ESCORT.CL para contratar servicios.