La monogamia está sobrevalorada

Estando en pleno año 2024, afirmar que la monogamia no es apta para todas las parejas ni siquiera debería asombrarnos; desde tiempos inmemoriales la humanidad se ha caracterizado por ser infiel y es algo que arrastramos hasta el día de hoy. Habitualmente satanizamos a quienes caen en la tentación de estar con otras personas, o con escorts en Santiago y, en cierto modo, existe un punto de razón. Engañar a tu pareja es una acción que resultará dolorosa, arrastrará rencores, rupturas familiares y muchísimas consecuencias difíciles de sanar, y aunque nadie merece ser traicionado por quien se supone le ama profundamente, tampoco podemos adoptar un complejo de juez y criticar desde una superioridad moral que no tenemos. En la intimidad de una pareja existen factores que desconocemos y de los que no deberíamos opinar con tanta ligereza, porque en realidad, nadie está libre de pecar.

Sin embargo, no estamos aquí para hablar sobre las paradojas que puede llegar a generar la infidelidad, sino más bien para tratar aquello a lo que muchas parejas están recurriendo para evitar traicionarse y hacerse daño, así es ¡nos referimos a las cuestionadas, pero muy populares relaciones abiertas!, pero… ¿de qué se tratan exactamente?

Lo mejor de dos mundos

Una relación abierta es un acuerdo sentimental y sexual en donde los involucrados tienen plena libertad para estar con otra persona, ya sean amigos, conocidos, damas de compañía, ¡lo que quieras! Es decir, pueden explorar sus emociones y química sexual con alguien distinto a su pareja. Por supuesto estas relaciones no están hechas para cualquiera, se requiere de una mente abierta y de plena disposición a respetar los límites que ambos hayan pactado previo a comenzar a verse con otros, porque sí, es bastante necesario que los involucrados discutan sobre lo que tienen permitido realizar, hasta dónde pueden llegar y que reglas no deben ignorar jamás. También es muy importante que todas las partes estén cómodas y de acuerdo con sostener dicha dinámica, de lo contrario, se puede caer en conflictos que podrían arruinar la relación en forma definitiva, lo que dista bastante del propósito que suelen tener este tipo de vínculos.

Poliamor y swinger

En la actualidad, las conexiones sin exclusividad hacia un solo individuo han ido variando sus condiciones y hoy podemos apreciarlas bajo títulos como poliamor o swinger.

En el poliamor los involucrados comparten sentimientos y relaciones sexuales con más de un compañero, ya que no existe un límite para amar ni sentirse deseado. Es sumamente importante que todos los participantes tengan la confianza suficiente para conocer la dinámica en la que se están involucrando, pues se debe contar con el consentimiento y la honestidad de todos.

El swinger por otra parte, no es un tipo de relación como tal, pero sí es una actividad sexual cuya dinámica implica sostener encuentros íntimos por medio del intercambio de parejas. Acostumbra a ser practicado por quienes sostienen relaciones abiertas o por aquellos que sencillamente fantasean con ver a su esposa o novia cogiendo con otros; la magia del swinger es que ambos compartan el deseo de estar con más personas, y al igual que en el poliamor debe existir consentimiento entre las partes, solo de ese modo el resultado logrará ser en beneficio de su propia relación.

Es momento de buscar la liberación

Ahora que entendemos el funcionamiento de estas dinámicas, también debemos ser realistas y admitir que es bastante complejo encontrar a alguien que esté dispuesto a participar de una relación abierta. Si es tu caso, te recomendamos no pensarlo demasiado, hay escorts que son expertas en participar en actividades que involucren el intercambio de parejas, como las escort a domicilio y aquellas especialistas en interpretar roles.

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