¡No olvides traer tu mazo de la verdad!

El siglo XXI todavía alberga mucha ficción y poca realidad

Antes de empezar, nos gustaría preguntarte algo: ¿con cuántas personas puedes hablar realmente en serio sobre sexo?

Puede parecer una pregunta sencilla, pero lo cierto es que no lo es, así que tómate tu tiempo para responder. Quizás en un principio pensaste en algunos de tus amigos, en aquellas conversaciones que se dan en medio de una fiesta o, incluso, las que sostienes con tu pareja; no obstante, es posible que con la mayoría hayas tocado el tema de forma superficial, en medio de bromas, y ninguno haya sido completamente sincero.

¿Por qué pasa esto?

La razón más evidente está en que, a pesar de encontrarnos en pleno siglo XXI, aún existen múltiples tópicos o preferencias sexuales que se consideran «tabú» y provocan inseguridad al momento de exponer gustos o dudas, por miedo a ser juzgados, malinterpretados o, de plano, ser tildados de «raros».

A nivel social y cultural existe mucha ignorancia respecto al sexo, por lo que es muy importante generar instancias educativas. Solo de esa forma se logrará mayor tolerancia, confianza para buscar respuestas realistas, y derribar las barreras de la ignorancia.

¿Quieres conocer algunos de los mitos más populares? ¡Acompáñanos!

Mito 1: «La eyaculación femenina no existe»

Esperamos que tú no seas parte de quienes afirman esta frase, la que por desgracia es sostenida por un amplio número de personas. Aunque resulte difícil de creer, esto no es más que un simple y vulgar mito.

La eyaculación femenina es real, se le conoce como «squirt», y es un líquido neutro expulsado por la uretra, exento de tonalidades y aromas. Algunas mujeres lo relacionan erróneamente a la incontinencia urinaria durante el sexo, pero se ha establecido que este líquido se produce a consecuencia de la excitación, si bien no se genera de la misma manera en todas las mujeres.

Mito 2: «Los hombres son más calientes que las mujeres»

Nada más alejado de la realidad. Quizás en décadas anteriores la mujer debía exhibir un comportamiento recatado y sumiso a causa de la sociedad, que las obligaba a reprimir cualquier comportamiento asociado a gozar del sexo más que solo para procrear. Por suerte, en la actualidad ya no necesitan reprimirse en absoluto. Es por lo anterior que se tiende a pensar que los hombres son criaturas abiertamente sexuales, dado que pueden excitarse con mayor facilidad, pero lo cierto es que tanto mujeres como hombres pueden incrementar su libido en muchos niveles.

Mito 3: «La masturbación es mala y hace daño»

¡Muy por el contrario! Practicar la masturbación es algo absolutamente natural. En la niñez todos hemos pasado por ello de forma inconsciente, dado que constituye una etapa básica del crecimiento; y ya en la adolescencia, con el despertar de las hormonas, se convierte en una actividad habitual entre chicos y chicas. No debe ser castigado, no es un pecado, y por supuesto que no hace daño. Lo que realmente logra es brindar conocimiento acerca del cuerpo y zonas de estimulación adecuadas para alcanzar el orgasmo. Por supuesto que debe practicarse en su justa medida, ya que podría convertirse en algo perjudicial si se convierte en un hábito compulsivo.

Mito 4: «El tamaño es lo más importante»

Si llegaste a este mito con ojos escépticos, déjanos asegurarte que los centímetros del pene no adquieren el mismo nivel de relevancia para todas las mujeres. Más que el tamaño, lo que realmente importa es que pueda frotar, estimular y excitar los lugares adecuados, lo cual no se consigue exclusivamente con la profundidad que el miembro masculino puede alcanzar.

Este mito, muchas veces apoyado gracias a las películas pornográficas, es uno de los más populares y, por tanto, más erróneos que puedas encontrar.

Mito 5: «Por detrás es para homosexuales»

Esta frase tiene una parte real y una de mito. Porque es cierto que el sexo anal encabeza la lista de preferencias en parejas homosexuales, lo que no significa que sea exclusivo de ellos. Se dice que a los hombres heterosexuales no puede gustarles la penetración, que hacerlo perjudica su hombría, y esto sí que es falso en su totalidad. Los varones tienen su punto G cerca de la próstata, a la cual se accede a través del ano, por lo que si sientes el deseo de ser penetrado ¡simplemente hazlo! Y no hagas caso a pensamientos arcaicos sobre la virilidad.

Disfruta tu sexualidad con plena libertad

Por desgracia, la lista podría seguir y seguir. Todavía existen muchos estigmas en el plano cultural y social alrededor del sexo; algunos resultan ridículos, pero lo cierto es que muchas personas los asumen como verdades irrefutables.

Para que no te dejes llevar por situaciones incómodas nacidas del desconocimiento, es importante que te atrevas a tocar esos temas con seriedad y en un entorno seguro, o con personas que tengan los conocimientos suficientes como para darte respuestas satisfactorias y realistas.

Pero en el intertanto, ¿por qué no divertirte un poco con una deliciosa Escort? Alguien que jamás criticará tus gustos ni opinará sobre lo que deseas obtener. Recuerda que son profesionales del sexo, plenamente capacitadas para brindar compañía, hacer juego de roles, dominarte hasta que acabes perdiendo el sentido, o lo que tú quieras. ¡El placer está a tan solo unos clics!

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Así que cuéntanos, ¿qué otros mitos conoces para poder derribarlos?

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